La Crónica de Benavente

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viernes, noviembre 17, 2006

De mis papeles (7)

ALEJANDRINOS
Por J. I. Martín Benito

Hubo una época que me dio por escribir versos alejandrinos. De ello hace más de veinte años, como demuestra el poema que hoy recupero. Entonces estaba en San Javier (Murcia); era mi primer destino, tras haber aprobado las oposiciones de agregado de Instituto en Madrid.
Allí escribí esta "Mitología del caballo". El poema arranca del mito del viento Favonio (el Céfiro o Zephyrus), viento del Oeste que, en las orillas del Tajo fecunda a las yeguas, de las cuales salen unos potros velocísimos. El mito lo recoge Plinio en su Historia Natural.
Alusiones a Pegaso, a Bucéfalo y a los hispánicos asturcones completan esta Mitología.

MITOLOGÍA DEL CABALLO

Acaso sean los vientos caballos desbocados
y no fueran las yeguas esposas de Zephyrus;
acaso se trocaran las fuentes de los mitos
y Eolo descendiera de un potro lusitano.

Huido de Medusa, al cielo se proyecta
batiendo sus dos alas, más fuerte que un Icaro,
y produce ciclones que engendran nuevos brutos,
que huyen ante el rayo del hijo de Saturno.

Centauro macedónico cosiera las orillas
del viejo continente. "¡Y no creció la hierba!",
oyeron a los campos de la Esposa del Toro
cuando el huno asoló sus mieses seculares.

Ya antes enviaron remesas desde Hispania:
asturcones famosos en las fuerzas del Tíber...

Los caballos corrieron incansables los tiempos.
Acaso sea su estampa imagen de la estrella.

San Javier, 16 de enero de 1984

Imagen: Detalle del sarcófago de Alejandro Magno.

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