La Crónica de Benavente

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lunes, septiembre 24, 2007

Historias de Villavieja de la Roca (1)

1. DON NÉSTOR [1]

D. Néstor era uno de los prohombres de Villavieja. Había hecho su fortuna comprando y vendiendo solares, derribando iglesias centenarias y construyendo modernos y lujosos apartamentos. Dicen que hasta convenció a las dominicas y les hizo un edificio nuevo a cambio de su viejo cenobio, un vetusto caserón del siglo XIV. De nada sirvió la débil intercesión de la comisión de monumentos. D. Néstor no entendía ni de historia ni de arte. -¡Paparruchas!, decía, dando un fuerte golpe sobre la mesa del alcalde que se dejó oír hasta las oficinas de recaudación.

A los tres días, D. Crispín Tundidor, el alcalde de Villavieja, firmaba la declaración de ruina del monasterio y al cuarto entraban las máquinas de demolición en el solar. Consumados los hechos, D. Néstor se dignó, a petición de Patrimonio, a que un grupo de arqueólogos realizaran ciertos sondeos en lo que fue el claustro y la iglesia y D. Crispín se jactó de amparar y velar por la cultura, pues los restos hallados en la excavación incrementarían el nuevo museo de la ciudad. Mientras se levantaba el nuevo monasterio, a las afueras de la población, en un lugar un poco más húmedo, pero más animado por la cercanía de la carretera nacional, las monjitas tuvieron que vivir un poco angostas en la pensión de Mariano, un ahijado de D. Néstor, el cual, generosamente, les hacía un precio especial en atención a su padrino. Incluso, en un rincón del salón restaurante les improvisó una capilla para decir las horas, eso sí, cuando no coincidiera con los servicios de la casa.
Así, todos contentos, dieron comienzo las obras del lujoso y nuevo edificio de apartamentos "Santo Domingo". "-Dará nuevo ornato a Villavieja. ¡Esto es el progreso!"-, pregonaba el alcalde a diestro y siniestro. Luego se supo que don Crispín era hombre de palabra, pues había adquirido tres apartamentos en el edificio y, siguiendo su ejemplo, varios concejales habían hecho lo mismo.
D. Néstor se movía con rapidez, adquirió unos terrenos rústicos a los herederos de D. Policarpo Bartolomé, el viejo comerciante de telas que había amasado una fortuna vistiendo al ejército cuando la última guerra carlista. Aquellos terrenos valdrían ahora lo suyo si el ayuntamiento cambiara los usos del suelo. Los herederos de D. Policarpo lo habían intentado en vano durante años, pero para D. Néstor aquello no representaba dificultad alguna. Nadie sabe cómo, pero al poco tiempo el ayuntamiento declaró urbanizables los terrenos, a la vez que D. Crispín alababa el empeño del prócer en favorecer a Villavieja. En verdad que el asunto no era fácil y tardó lo suyo, tanto que a los quince días de haber llegado a un acuerdo de café con el alcalde no se había del todo resuelto, por lo que D. Néstor, visiblemente enfadado, penetró en la Casa Consistorial y allí delante de todos -lo oyó el señor Miguel, el conserje- amenazó con retirar su confianza al alcalde y a sus concejales. Aquello era demasiado para D. Crispín, que no podía consentir tamaña humillación, esto es, que D. Néstor anunciara en público el fin de su amistad. "-Las cosas llevan su tiempo, D. Néstor, ya sabe..., la oposición...", le dijo. Esa misma tarde el alcalde recibió una llamada de la capital y al día siguiente el asunto comenzó a enderezarse. Como prueba de su confianza en el proyecto, don Crispín se dispuso a adquirir un solar en la urbanización "Nuevos vientos", pero no hizo falta, D. Néstor se le adelantó y le dio una vez más prueba de su generosidad. La alianza quedaba otra vez sellada. Esa noche don Crispín Tundidor se dijo así mismo que Villavieja podía estar tranquila, contaba con hombres emprendedores y sabios dirigentes que velaban noche y día por el bienestar de sus convecinos.

[1] Publicado en el nº 77 de Benavente al día, 24 de marzo al 16 de abril de 1999

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1 Comments:

Blogger Los hacedores del blog said...

Estimados hacedores del blog. Estoy buscando información sobre la familia de mi suegra. Su apellido paterno es Diez y el materno Galende. Sus padres vinieron a Argentina en el 1907 y en el 1912 respectivamente con 17 años de edad, acá se conocieron y casaron. Ambos han nacido en Benavente, Castilla la vieja o Castilla la nueva, mi suegra no recuerda bien. Nosotros, mi marido y yo, tenemos intención de viajar para allá y quisiéramos contactarlos. Mi mail es claudiavespa@hotmail.com agradecería cualquier dato.

¡Muchas gracias!

Claudia Vespa
Muchas gracias

4:27 a. m.  

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